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Desde Nueva York

EL MIRADOR DE JOSEFINA AYERZA (I) (II) (III)

Mi historia con Jacques Lacan en USA empieza a mediados de la década del 80 - por entonces vivía la mitad del año en Nueva York y la otra mitad en Buenos Aires. Que había de Lacan en el inglés y más precisamente del Lacan del Campo Freudiano?

Digamos que la revista October, publicada por la MIT Press, trataba una y otra vez el tema. Se sucedieron en orden de aparición: el ensayo de Joan Copjec sobre Clérambault, el de Catherine Millot sobre la estructura primaria, Panopticón de Jacques-Alain Miller y otros. Contacté a Rosalind Krauss, la editora de October,

-Cual es en última instancia el enfoque de su revista?

-La cultura- me contestó.

La amplitud del término me desconcertó: la cultura es casi todo para mí.

En las librerías, de Lacan estaban las ediciones inglesas de Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoánalisis, la de los Écrits-una recopilación parcial, la de Feminine Sexuality - contiene algunos capítulos de Encore. Si la pista certera se constituyó alrededor del libro de Stuart Schneiderman La Muerte de un Héroe Intelectual fué porque lo llamé por teléfono y concerté una cita. Pero esto tampoco es índice, porque muy pronto estaba en análisis con Schneiderman y la informaci?n que yo pedía se teñía de oblicuidad dadas por cierto las viscitudes de la transferencia.

Asistí al primer Encuentro del Paris-New York Workshop, co-dirijido por Stuart Schneiderman y Jacques-Alain Miller el verano de 1986. El tema era "la causa freudiana"; entre los participantes estaban Eric Laurent, Colette Soler, Slavoj Zizek, Ellie Ragland Sullivan, Carmen Gallano, March Bracher, Donna Lopez..., un éxito.

En el otoño de 1987 hice mi primer incursión en el Barnard College de la Universidad de Columbia para asistir al Seminario del Paris-New York Workshop. Avisté a Rena en el aula; ella no se parecía a nadie. Sus ropas ilógicas, por lo general fuera de estación - pies desnudos dentro de zapatos de taco en pleno invierno - los ojos enormes, sumaban al magnetismo bizarro de una presencia radical. Cómo era que ella tenía un sitio con un nombre subliminal, en el sentido de que nadie se iba a sentar en su lugar aunque ella no asistiera ese día a clase? Un show permanente, Rena encarnaba la revuelta. Así fuera contra el propio Schneiderman - nuestro profesor lacaniano - o algún tildado huésped que osara confrontar su posición, Oh! ella iba a gociferar:1 abrogar en marcado acento escocés por un "Psicoanálisis Lacaniano, Marxista y Feminista".

Uno de aquellos días, en vez de sumir en el montón como había hecho hasta ese momento, me adelanté a proponer la puesta en marcha del Lacan Circle of New York. La voz de Rena, profesora del Departamento de Literatura en la Universidad de Columbia se irguió en estimación dudosa,

- Que Lacan? -

Dije yo - El uno y único.

Decidida hice mi camino al pizarrón - el profesor, mi analista - sugería que escribiese mi nombre y número de teléfono en tiza blanca.

Rena me abordó en el ascensor - de dónde sos, adónde vivís, por qué querés juntar un grupo de estudios lacanianos? Fuimos a un pub cercano: ella pidió un scotch on the rocks, yo un vaso de vino; ella pidió un scotch on the rocks, yo un vaso de vino, ella pidió un scotch on the rocks, yo un capuccino.

Que había pasado en el Encuentro de Cooper Union patrocinado por la revista October, en abril de 1987? Rena me derivó a las notas de Helena Schultze-Kilts en una publicación que Schultze-Kilts dirigía:

el mal funcionamiento del proyector había convertido el espectáculo de Televisión en una pantomima - una jovencita preguntó si era que Lacan hablaba en silencio porque estaba muerto; y también había que lamentar el feroz entredicho en que derivó la ponencia de Jeffrey Melman cuando adujo al antisemitismo solapado de Leon Bloy, hablando de Lacan.

Refutó Miller; y refutó la voz cantante de la esposa/hija de Lacan

- yo me llamo Judith.

En marzo de 1988, Germán García viajó a USA invitado por la Universidad de Nueva York a dictar una conferencia sobre "Lacan en la Argentina". En la audiencia el Lacan Circle of New York expectante, Rena argumentó con García sobre el troskismo latente en las ideas de Lacan. Y García concurrió al Seminario que dictaba Schneiderman en la Universidad de Columbia. Meses más tarde Schneiderman, dió una charla en la Biblioteca de Psicoánalisis que presidía García en Buenos Aires.

En abril de 1990, el fin del Seminario coincidió con el Cuarto Encuentro Anual del Paris-New York Workshop en la Alianza Francesa.

El tema era "Género y Perversion", el resultado la diversificación - de Paris y Nueva York.

De que nos preocupabamos? En el Simposio de Kent, Ohio, había quedado muy claro que la diversificación no cambiaría en suma las cosas, sí que se restructurarían. Por eso no protestamos demasiado cuando el Seminario se trasladó de la Universidad de Columbia al consultorio de Schneiderman, el problema era que no cabíamos. Aunque muy pronto cabíamos, surgió la sospecha de que la diversificación era más profunda de lo explicitado.

Un nuevo Encuentro en la primavera de 1991 terminó de aclarar la realidad respecto de la diversificación: la organización del Encuentro, ya no más a cargo de Schneiderman pasaba a manos de Ellie Ragland-Sullivan, autora de Jacques Lacan and the Philosophy of Psychoanalysis, directora de la Newsletter of the Freudian Field.

Con el Lacanian Circle of New York - nos reuníamos dos veces por semana en mi estudio - y la venia de Miller, decidimos compaginar una publicación esencialmente neoyorquina: Lacanian Ink. En el otoño de 1991 sacamos el primer número; le siguieron once, hasta hoy.

Rena mientras tanto había abandonado Columbia para convertirse en directora del departamento de literatura inglesa en New York University a los 31 años - título que había añorado a lo largo de su no tan extensa vida. Si me ofreció un aula para que yo dictara un seminario en el Departamento de Literatura era porque apreciaba mucho las ideas de Lacan y muy especialmente el uso que Lacan hacía de las palabras.

Slavoj Zizek fué un invitado asiduo y muy querido.

Un final inesperado y muy triste, Rena murió en la primavera de 1992, a los 32 años de edad, de una hemorragia interna.

En el invierno de1993, Peggy Phelan - profesora del departamento de Performing Art del Tish Art Building en la Universidad de New York - autora de Unmarked: The Politics of Performance, me procuró un aula en este edificio adonde terminé otra etapa de este seminario, el mes de diciembre del mismo año.

1. Oliverio Girondo-citado por Germán García en Página 12 (15/9/97)