Par’s, lunes 17 de septiembre de 2001
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******************************************* ******************************************* LE CANARD ENCHAINÉ París, 12 sept. (ALP) - El semanario satírico consagra un artículo de un cuarto de tapa a la primera de las Cartas de JAM, *Señor Yerno*, *Diván-el Terrible*. Le atribuye *una mano de hierro*, haciendo *del lacanismo un fabuloso comercio familiar*, del cual la Agencia lacaniana de prensa sería *una nueva sucursal*. Retomando la expresión que M. Denis hizo famosa, se pregunta: *Cómo se dice en lacaniano quemar los fusibles?*
CARTA AL CAMPO FREUDIANO
DIFUSIÓN EN LIBRERÍAS
NUEVA POLÍTICA EDITORIAL
EL SITIO ELECTRÓNICO DE LA AGENCIA
EL SR. ADLER TRASTORNA LA GEOPOLÍTICA
*Uno de nuestros mejores editorialistas, el Sr. Alexandre Adler,
ex alumno de la Escuela Normal Superior, que conserva de la disciplina del preparatorio
la facultad de engullir un número prodigioso de tesis recientes de ciencias
políticas, publicó en Le Monde del 11 septiembre, en vísperas
del atentado terrorista a las Twin Towers, una nota de futurología política
que merece la atención.
Con el título Los seis cambios del mundo, el Sr. Adler
asume la defensa de la política extranjera del presidente Bush, al que
felicita por su *real audacia*, incomprendida por la opinión liberal
americana, y por su asociación con la *nueva Rusia*. El Sr. Adler fue,
en efecto, sovietólogo antes de volverse el émulo de la Sra. Genevieve
Tabouis (célebre editorialista de entre las dos guerras, madre de nuestra
amiga, la psicoanalista lacaniana Rosine Lefort que es, como nosotros, miembro
de la Escuela de la Causa freudiana); él conservó todo su cariño
por el viejo país de los Soviets.
Es de lamentar que, al día siguiente del brillante ejercicio
de pitonisa del Sr. Adler, en el apres-coup (concepto freudo-lacaniano) del
atentado monstruoso del 11 de septiembre, los comentadores de la prensa mundial
(cf. Le Monde del 15 de septiembre) y los mejores editorialistas conservadores
americanos, entre ellos el vice-decano de los pundits del New York Times, William
Safire, antiguo colaborador (*negre*) (1) de Nixon, hayan censurado la conducta
*ligera* del Presidente americano, que no estaba en su puesto, no se presentó
en New York, ciudad a la que detesta y que se lo retribuye, y se dejó
pasear demasiado fácilmente por los servicios secretos.
El Sr. Adler no fue más feliz con sus comentarios respecto
de la evolución de América Latina y los males que la agobian.
Después de haber hecho en el Courrier International la crónica
sobre la Argentina, el eminente editorialista decidió que lo esencial
se jugaría en Brasil, en el momento de la sucesión del Presidente
Cardoso, importante hombre de Estado (y amigo personal de nuestro amigo, el
psicoanalista lacaniano de San Pablo, Jorge Forbes). Considerando la hipótesis
según la cual el Partido de los Trabajadores lograría que su candidato
fuera elegido, el Sr. Adler se lanzó a una de esas inspiraciones cuyo
secreto posee: *No sería la primera vez que América del Sur captara
los rayos de un astro ya muerto en Europa: bonapartismo de Bolívar en
1825, positivismo de Augusto Conte (sic) entre los militares brasileños
de la belle époque, althusserianismo de Sendero Luminoso y de los zapatistas
de Chiapas, lacanismo argentino, Guevara en Garibaldi y Allende en León
Blum.*
Esta concepción del comercio conceptual y de la circulación
de los significantes nuevos es arrogante, falsa y de tipo *anglo-sajón*.
El problema de las relaciones de Europa y del continente latinoamericano difícilmente
pueda ser tratado de manera fecunda con una perspectiva para-platónica,
modificada por una teoría rígida de las patentes.
Tratándose de Bolívar, es legítimo preferir
la intuición de Jorge Luis Borges en su hermoso relato *Guayaquil*: no
hubiera habido Bolívar sin la enigmática renuncia de San Martín,
importante figura argentina de la epopeya de las Luces, desconocido fuera de
América Latina. Los préstamos tomados de Auguste Comte por los
positivistas y legistas brasileños deben más a un deslizamiento
original del imperio liberal hacia el presidencialismo americano que a la imitación
servil de Europa; por otro lado, los *coroneis* de la época tienen más
del notable que del militar. Por necesidades de la causa, el Sr. Adler transforma
el maoísmo indígena del Subcomandante en althusserianismo; Régis
Debray se sorprendería.
Llegamos a la desdichada fórmula que apunta al lacanismo
argentino, asimilado al reflejo de un astro ya muerto en Europa. Es un doble
error de apreciación. Por un lado, el lacanismo argentino es un fenómeno
original que prefigura más que lo que refleja. Por otro, el lacanismo
representa lo que hay de más vital en el psicoanálisis mundial.
Conjugando en él fuertes organizaciones independientes con corrientes
reconocidas en las instituciones de la IPA, que marcan con su dinamismo la vida
intelectual del país, el lacanismo argentino anuncia lo que será
el psicoanálisis del mañana. Es una inspiración para la
comunidad psicoanalítica en el mundo. Tomamos partido por ellos contra
el amable futurólogo amateur (como nosotros mismos).
En conclusión, parece que el esfuerzo permanente de Alexandre
Adler -a menudo oportuno y divertido- por des-marcarse del conjunto del *comentariado*
internacional no encontró aquí su recompensa. No hay peor suerte
que la del adivino que ve ensombrecida su predicción por un contexto
interpretativo enteramente nuevo. Las apresuradas elucubraciones del normalista
adolecen de la coyuntura. En el mismo momento en que aparecían Los seis
cambios del mundo, se producía un séptimo de un alcance y amplitud
totalmente diferente, que hizo del 11 de septiembre *el día en que cambió
el mundo*, según el excelente título de The Economist. Muchas
de la apreciaciones del simpático editorialista se volvieron caducas
sobre la marcha, en particular las que conciernen a la probable evolución
de la situación en Medio Oriente.
La ALP acordará con gusto al Sr. Adler el derecho a réplica,
en caso de que nos haga el honor de solicitárnoslo.
JAM RESPONDE AL CANARD
*Me siento honrado, encantado -respondió-. Iván-el-Terrible
es uno de mis héroes favoritos desde que vi hace años la obra
maestra de Eisenstein, contribución eminente a la guerra patriótica
de los pueblos de todas las Rusias contra el invasor nazi y, al mismo tiempo,
sátira valiente de Stalin, comanditario del film. Es un poema filmado
en el que está todo. Es mi película preferida, antes que Citizen
Kane, La main au collet y los dibujos animados de Tex Avery. Se la ve poco en
las salas de cine. Yo mismo me comparé a Iván en mi segunda Carta,
que el Canard no podía conocer porque la Carta se imprimió el
jueves. Veo en eso un signo de los dioses. Mi hermano Gérard tiró
un poco abajo mi entusiasmo asegurándome que el Canard ridiculizaba sistemáticamente
con ese divertido apodo a cualquier psicoanalista que fuera pasto de la actualidad,
pero eso no va a impedir que me lo apropie: lo voy a adoptar como mi nombre
de escritor, y voy a firmar Diván-el-Terrible la crónica de las
publicaciones recientes que saldrá próximamente en el boletín
de la ALP*.
Qué piensa Ud de la opinión del Canard según
la cual la ALP sería una sucursal del *fabuloso comercio familiar* que
constituiría el lacanismo, y que Ud administraría con *una mano
de hierro*?
Me descubrieron! Mi mano de hierro que hasta ahora había
logrado disimular debajo de un guante de terciopelo ha sido detectada por los
sabuesos del Canard. Deberé desatornillarla. Y va a ser expuesta en los
locales de la Agencia -cuando ésta tenga locales. Por el momento, la
ALP, inventada por mi secretaria Nathalie y por mí, aloja en mi Mac último
modelo a colaboradores benévolos y difunde gratuitamente sus informaciones
y comentarios. Esto no debiera perturbar a los periodistas del Canard, reconocidos
filántropos, que tienen fama de ser los mejor pagos de Francia, por lo
cual los felicito muy sinceramente.
El Canard considera ridícula la importancia que Ud. le
dio a la negativa de una revista en concederle el derecho a réplica..*Querella
planetaria*, ironiza. Qué les responde ?.
Por supuesto. Frente a lo espantoso de New York, a la vaca loca,
a la hambruna del África, a la crisis palestino-israelí, a la
amenaza biotecnológica, a la polución del aire, del agua y de
la tierra, a la muerte que nos espera a todos y a la salvación de nuestra
alma, qué peso tiene el Sr. Denis, qué peso el Sr. Miller?. Y,
por otro lado, qué peso tienen el Canard y sus retruécanos?. Bueno,
precisamente, los retruécanos del Canard pesan mucho, lo suficiente como
para que la opinión ilustrada se haya conmovido cuando el Ministro del
Interior quiso tener la primicia y, para ello, hizo agujerear delicadamente
las paredes de la augusta institución satírica para instalar micrófonos
allí. La opinión ilustrada de nuestro país se indignó
y se solidarizó con el ave, aunque el asunto fue completamente anecdótico
frente a los intereses del planeta.
La deontología de la prensa, la legislación que
empareja el derecho con la palabra, son acaso temas menores frente a los grandes
asuntos económicos y políticos *planetarios*?. Fíjense
que siempre se invoca *el planeta* para minimizar, incluso ridiculizar el daño
que se le hace al individuo. *Se registró sin una orden?. Se te ha encarcelado
un día de más?. Diez días de más?. Diez años
de más?. Crees que eso le interesa a alguien?. Esto impide acaso que
el planeta gire?. Que el mundo gire alrededor de tu ombligo?. Vamos, Jean-Marie,
tortúralo un poco para enseñarle a vivir a ese Narciso. Yo te
lo voy a desnarcisizar en menos que canta un gallo. Manden la corriente!*.
Ud dice *un golpecito en el pico*?
No, para nada un golpecito en el pico!. Quiero mucho al Canard
como para hacerle daño, conservo un muy buen recuerdo de su Director,
Claude Angeli, del que era amigo en el momento en que entró al Canard,
como para golpear al palmípedo republicano. Además, estoy en contra
del maltrato a los animales. Tampoco pido derecho a réplica. Tan solo
le doy al Canard un besito en el pico de parte de Diván-el -Sensible.
Smack!
Trad.: Graciela Esperanza
(1) N.d.T.: *Négre*: persona que escribe en su totalidad
las obras firmadas por otros.
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